Suponiendo que una solera de hormigón se ha proyectado para unas cargas previstas, y se han dispuesto juntas de serrado (junta de corte o en frío) y perimetrales, para mantener bajo control la fisuración producida por la retracción, la estabilidad de este soporte dependerá de las diferentes variables que intervienen en el fenómeno de la retracción:
- El grado de humedad ambiental, en función también de la temperatura
- Las dimensiones de la solera y, en particular, su grosor
- La composición del hormigón, en sus relaciones cemento/árido y agua/cemento, además del tipo de cemento empleado y su clase resistente
- El tiempo transcurrido desde la ejecución de la solera
- El grado de uniformidad en el proceso de secado o hidratación del cemento
- Los impedimentos a la retracción que, en su estado límite, provocarán fisuración
En los elementos estructurales, el fenómeno de la retracción suele completarse en un
75%, en condiciones normales de las variables anteriores, a los
tres meses desde su ejecución. En función de este dato y de la magnitud de las retracciones medias en hormigones armados [alrededor de 0,25 mm/m] podemos establecer unos niveles de estabilidad para las soleras de hormigón:
Máxima Estabilidad compatible con una adherencia rígida en soleras: - Con más de 6 meses de edad, maduradas en condiciones normales de temperatura y humedad [alrededor de 21-23 ºC y 55-60% HR], sin presencia de fisuras no coincidentes con juntas de corte o perimetrales
- De más de 4 meses de edad, maduradas en condiciones de alta humedad relativa [mayor al 75% HR]
Media Estabilidad compatible con una adherencia deformable o muy deformable, en soleras: - Con edad superior a 6 semanas, maduradas en condiciones de alta humedad relativa [mayor al 75% HR] o en condiciones normales y que presenten una humedad superficial inferior al 1%, medida con higrómetro de carburo, sin la presencia de fisuras no coincidentes con las juntas perimetrales o de corte
Baja Estabilidad incompatible con la colocación por adherencia directa, salvo el empleo de adhesivos muy deformables y compatibles con las condiciones de la solera entregada [previa confirmación del fabricante o proveedor]: - Soleras de menos de 6 semanas de edad o con humedades superficiales iguales o superiores al 1%, medida con higrómetro de carburo.
- Soleras fisuradas sean cuales fueren su edad o las condiciones de maduración
La interposición de una capa de separación, desolidarizada con la solera permite obviar la inestabilidad de este tipo de soporte, consecuencia de la retracción. |